Las PYME en tierra de nadie
GINA OCQUETEAU Emprendedora
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Gina Ocqueteau
"La política es el arte de servirse de los hombres haciéndoles creer que se les sirve a ellos", dijo hace varias décadas el escritor y periodista francés Louis Dumur. Lamentablemente hoy, cien años después y menos de 50 días de cerrar el año, con elecciones presidenciales y parlamentarias ad portas, nuestras PYME y emprendedores están enfrentando momentos críticos sin recibir las garantías que necesitan por parte de los representantes políticos.
Hay mucho que está en juego en esta coyuntura y los efectos de esta etapa de la pandemia se dejan sentir: las ventas se estabilizan y ya no arrojarán crecimientos de dos dígitos, como se proyectaba ahora. Según cifras del Gobierno, en promedio, las cuarentenas bajaron las ventas de las PYME en un 18%. Los costos suben, pero no pueden traspasar esta alza a los usuarios. Por otra parte, los créditos llamados Covid y / o renegociaciones con recursos estatales están comenzando a vencer, y con la UF y la inflación en alza, las dificultades para acceder a créditos de financiamiento y las tasas de interés por las nubes, las PYME viven en una constante posición de desventaja e incertidumbre donde sólo parecen sobrevivir las grandes empresas.
Y mientras tanto, la clase política continúa con sus debates, desconectada de lo que está pasando en el mundo real, en una cápsula donde reina el triunfalismo, mientras las pequeñas y medianas empresas del país -las mismas que, según cifras de CORFO, aportan al menos el 40% de nuevos empleos en el país- no saben si contarán con la liquidez necesaria en los próximos meses. Un triste: un estudio de la UC ejemplo que está cayendo el comercio en los negocios locales y siete de cada 10 santiaguinos prefieren los supermercados.
Por encima de ideologías y cálculos políticos que surgen con pasmosa facilidad en estos tiempos, las PYME observan con preocupación -y por qué no decirlo, también con una mezcla de asombro y desilusión-, la falta de propuestas concretas y realistas que vayan en ayuda de este importante sector de la economía; generador de empleos, recursos y tributos fiscales, además de contribuidores al desarrollo y realización de decenas de miles de chilenos.
La alta exposición de nuestros candidatos en debates y diferentes medios, tiene pocas señales claras para estos segmentos. Cuesta entender su desentendimiento con este importante sector económico y ciudadano, faltan ideas sustentadas sobre líneas de financiamiento, roles, subsidios e incentivos para Corfo, Banco Estado, Sercotec, Sence, Pro Chile, banca privada o entidades financieras no bancarias. Tampoco vemos suficientes planes en materia tributaria, ni en materia de apoyo para la adopción de nuevas tecnologías que apalanquen nuevos negocios y permitan mejoras en eficiencia, con más y mejores empleos. Abundan las frases rimbombantes, los buenos deseos y las declaraciones generales livianas y sin fundamentos.
Hoy más que nunca necesitamos concretar medidas factibles y sustentadas, no simples promesas electorales. PYME y emprendedores no pueden esperar. Necesitamos propuestas que aborden problemas actuales como la inflación o la paralización de inversiones por parte de grandes empresas, y cómo afecta esto a sus proveedores y la liquidez futura en un contexto que frena cualquier acceso a financiamiento.
Como dijo hace muchos años Otto von Bismarck: "El político piensa en la próxima elección; el estadista, en la próxima generación". Chile y sus PYME requieren con urgencia de más estadistas.